La Responsabilidad Social Empresarial es un trabajo en equipo donde cada acción tiene un propósito.
Tener un impacto ambiental y social positivo se ha convertido en un eje fundamental para las MiPYMEs en Colombia, porque mejora su credibilidad en el mercado, atrae a clientes y consumidores, le permite acceder a nuevos mercados y es mucho más atractivo para retener empleados talentosos. Muchos profesionales buscan trabajar en empresas que se preocupan por tener un impacto positivo en la sociedad.
Desde reciclar, hasta participar de forma activa en actividades realizadas por organizaciones sociales o fundaciones son algunas de las iniciativas que utilizan las empresas para llevar a cabo su compromiso. Sin embargo, en muchas ocasiones no hay una motivación interna permanente por parte de los directivos y se queda en ayudas puntuales y aisladas que no reflejan un compromiso real.
Por esta razón, la RSE implica que las empresas vayan más allá de simplemente cumplir con sus obligaciones legales y busquen contribuir positivamente al medio ambiente, actuar de manera ética evitando prácticas comerciales injustas y actúen en buscar estrategias para mejorar el bienestar de las comunidades locales con resultados visibles.
En el caso de EVB- Consultores se inicia buscando que los empleados hagan un voluntariado durante todo el año en la Fundación Proyecto Unión que alberga niños en situación de vulnerabilidad. De la misma forma, el compromiso con el medio ambiente ha sido un pilar desde los inicios incentivando el uso de la bicicleta, promoviendo el reciclaje e implementando prácticas en ingeniería hidráulica más sustentables y ecológicas.
Juliana Ramírez, directora administrativa asegura que “desde hace más de un año, venimos trabajando para que empleados, clientes, y proveedores rellenen botellas plásticas con desechos flexibles para que la Fundación Botellas de Amor las utilicen en construcciones comunitarias en zonas vulnerables. Este mes, la oficina se convirtió en un centro de acopio lo que para nosotros es un reto y una motivación para seguir cuidando nuestro planeta.”
El propósito es crear una cultura organizacional en pro del medio ambiente y la construcción de sociedades más justas y equitativas. Esto se logra con la promoción permanente a través de los grupos y redes sociales y la búsqueda de incentivos que fomenten las buenas prácticas ambientales y sociales para que el esfuerzo sea de todos y no sólo de unos pocos.
Alejandra Rojas analista administrativa de EVB-Consultores asegura que “Actualmente, nos inscribimos para ir algunos sábados del mes en la jornada de la mañana para ir a la Fundación Proyecto Unión y ayudamos en distintas tareas con actividades específicas, lo que se convierte en un beneficio para ambas partes. Continuamente recibimos incentivos para utilizar bien los residuos, participar en actividades que apoyen a las fundaciones y nos dan las herramientas para hacerlo. Siento que estoy contribuyendo en algo y me hace sentir bien y motivada.”
La idea es no apuntarle a múltiples opciones, sino enfocarse en dos o tres y mejorar la experiencia poco a poco para que sea algo cotidiano, grupal y tenga grandes satisfacciones. Por eso, el estar midiendo los resultados, ayuda a que se encuentren dificultades y se vayan mejorando para que el cambio sea visible y sostenible en el tiempo.
De tal forma que la RSE debe estar acorde con los objetivos y valores que representen a la empresa. Por eso, los desafíos deben apuntar a mantener las estrategias con una comunicación efectiva, para que la participación sea activa y acorde con todas las políticas internas. Crear una cultura organizacional enfocada en la contribución de usos en favor del medio ambiente y compromiso social requiere de tiempo, constancia y claridad, lo que ayuda a que la inversión sea visible, continua y con buenos resultados.