Una perspectiva sobre el nivel de los embalses y el ahorro de agua por la situación actual del abastecimiento en Bogotá y sus alrededores
La reciente noticia del bajo suministro de agua en los embalses debe servir como un recordatorio urgente de la importancia del ahorro de agua. Es fundamental que los ciudadanos adopten prácticas responsables y el gobierno tome medidas para conservar y aprovechar este recurso vital que cada día es más escaso.
Para entender un poco la situación, es importante aclarar que un embalse es una estructura construida para retener agua, proporcionando almacenamiento crucial para el suministro de agua potable y otros usos. Sin embargo, su bajo nivel ha generado preocupaciones y medidas de racionamiento en el pasado. Por ejemplo en 1996, se implementaron restricciones similares evidenciando la vulnerabilidad del sistema.
Estos eventos pueden ser atribuidos a fenómenos climáticos como El Niño y La Niña, que causan sequías prolongadas o precipitaciones excesivas, afectando la disponibilidad de agua en la región. Además, el cambio climático mundial ha exacerbado estos fenómenos, haciendo que los climas sean más extremos y menos predecibles.
Actualmente, estamos pasando por el fenómeno del Niño, un calentamiento del océano Pacífico que se produce cada 3 o 7 años y que con el deshielo permanente va a generarse de manera más prolongada y continua. Esta masa de agua caliente hace que los vientos alisios se debiliten, o cambien de dirección. Esto genera una alteración en las condiciones climatológicas que pueden aumentar precipitaciones en algunas zonas, o disminuirla en otras, generando inundaciones o sequías, como es el caso actual en Bogotá.
Actualmente Bogotá y algunos municipios aledaños se abastecen de agua de tres sistemas principales, cada uno con sus embalses y plantas de potabilización respectivas, según datos de la EAAB para el año 2024:
- Sistema Chingaza: Este sistema se compone del embalse de Chuza y San Rafael, junto con la planta de tratamiento no convencional de filtración directa Francisco Wiesner.
- Sistema Sumapaz: Incluye los embalses de La Regadera y Chisacá, además de la laguna de Los Tunjos. Este sistema cuenta con las plantas de tratamiento La Laguna, El Dorado, Vitelma y Yomasa, cada una con diferentes métodos de tratamiento.
- Sistema Tibitoc: Compuesto por los embalses de Aposentos, Neusa, Sisga y Tominé, con la planta de tratamiento convencional Tibitoc.
Fuente: EAAB; 2024
Estos sistemas son vitales para el suministro de agua potable en la región, pero enfrentan desafíos significativos, como fluctuaciones en los niveles de los embalses y la necesidad de promover el ahorro de agua entre los ciudadanos.
Es imperativo que tanto las autoridades competentes como las empresas de ingeniería hidráulica tengan planes estratégicos para hacer frente a estas situaciones, incluyendo campañas de concientización sobre el ahorro y uso eficiente del agua y medidas preventivas para gestionar adecuadamente el suministro hídrico.
La situación actual de los embalses en Bogotá y sus alrededores requiere una respuesta coordinada y proactiva. Es crucial destacar la importancia de mantener a las autoridades competentes informadas sobre los niveles de agua en los embalses, siendo esto, el indicador clave de la disponibilidad de agua, y se debe gestionar su monitoreo, para tomar medidas preventivas y así gestionar adecuadamente nuestro suministro hídrico.
Como ciudadanos, debemos ser conscientes de nuestra responsabilidad en el uso sostenible del agua, teniendo claro que por la contaminación de nuestra fuentes hídricas y la deforestación cada día es más escaso este recurso lo que afecta nuestra vida y permanencia en el planeta tierra.
Si quieren conocer mas sobre el sistema actual de embalses que suministran agua a bogotá pueden consultar en https://www.acueducto.com.co/wps/portal/EAB2/Home/acueducto-y-alcantarillado/la-infraestructuraAcueducto/sistemas-abastecimiento/almacenamiento-y-embalses